TALENTO vs VOLUNTAD

Siempre oímos hablar de talento y en muchas ocasiones de forma gratuita y sin prestar atención al verdadero talento, expresándolo bajo términos generalistas sin distinción alguna, en términos similares a la expresión “es muy inteligente” si pero ¿en que?, aunque sobre esto hablaremos en otra ocasión.

Volviendo al aludido talento me gustaría hacer hincapié sobre el tandem talento-voluntad como pura dinamita de rentabilidad, pero sin olvidar que para que acabe de explotar de una forma coherente se necesita un plus de pasión y relajación. En esa región de armonía y diversión vive esa excelencia añorada, muy visible en esos momentos estelares de los grandes deportistas donde se aprecia una energía desbordante, un equilibrio interno, una creatividad infantil que disfruta del momento, un confianza plena, en definitiva de un placer por la actividad deseada y soñada.
Se trata de una zona vital inexplorada e incierta donde el tiempo se detiene, el espacio se ensancha y fluye pujante todo el genio cultivado en continuas sesiones de entrenamiento desde la infancia.

En clave empresarial nos sobrarían organigramas, reuniones, normas clonadas, y echaríamos de menos la libertad, la confianza, el humor, el optimismo y la ilusión que el talento necesita para desarrollar todo su potencial latente. Y con todo ello nos jugamos la felicidad y plenitud del capital humano de las empresas, en definitiva la cuenta de resultados en el plazo justo. La categoría de lo lúdico llega a ser rentable, siempre que nadie lo tome como norma.
Ante lo cual os invito a trabajar, escuchar, mirar, estudiar, perseverar, para reirse, disfrutar y aprender el juego de la vida con el fin de que cuanto más nos entretengamos trabajando, más rentable será nuestro esfuerzo, y eso si no dejemos de entrenarnos.