jueves, 15 de enero de 2009
Salud MENTAL
Dentro de la nueva sociedad el saber es lo más importante y las organizaciones son conscientes, pero siguen aplicando los mismos parámetros para hacer sus valoraciones. Nos acompaña una fuerza de trabajo diversa, un componente de inmigración y nuevas culturas por comprender, la desindustralización evidente, la pérdida del peso de la agricultura y un giro que es ya una realidad en el crecimiento de los activos sanitarios, educación, ocio y entretenimiento, una nueva situación que demanda imaginación e innovación. En definitiva las únicas funciones de las empresas deben ser crear valor para el cliente e innovar, no podemos continuar reinterpretando hay que inventar y adaptarse a las nuevas demandas y necesidades del entorno.
Si continuamos sin preocuparnos de lo que realmente importa a nuestro cliente interno y externo y si seguimos diciendo una cosa y haciendo otra, volveremos loco a nuestros mejores activos y los desperdiciaremos, tanto desde el punto de vista de nuestros trabajadores como de nuestros clientes y potenciales, ¿sabeis lo que le pasa al ser humano cuando se actúa así?, ¿Qué creeis que les ocurre a los niños cuyos padres actúan haciendo una cosa y diciendo otra? Habitualmente desarrollan un cuadro que los expertos en Psiquiatría denominan esquizofrenia. La esquizofrenia es una disociación de la vida psíquica del individuo, una disgregación de la personalidad en la que las personas no tienen capacidad asociativa. En definitiva, se trata de un número de trastornos en los que domina la discordancia, la incoherencia ideoverbal, la ambivalencia, etc, que generan perturbaciones afectivas profundas, en el sentido de desapego y extrañeza de los sentimientos. Esto es lo que precisamente están padeciendo en estos momentos un buen número de equipos humanos y profesionales de muchas organizaciones.
Qué debemos hacer y como lo debemos hacer es algo que nos corresponde como mujeres y hombres de empresa y, especialmente, a todos aquellos que se dedican especialmente a tratar el más valioso de los capitales: las personas.
Propongo comenzar a contemplar nuestra fuerza de trabajo y por ende nuestros equipos como lo que son : personas adultas y únicas, con sus pros y sus contras, como todos, inteligentes y emocionales, con valores y potenciales por descubrir, y dejemos de predicar una cosa y hacer otra. Nuestra salud mental y la de nuestros colaboradores nos lo agradecerá.
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Este artículo está muy claro. Me gusta. Esa esquizofrenia en el mundo empresarial no sabía que existía. Sí que lo veo en el mundo de la enseñanza donde el profesor predica una cosa y luego en los exámenes y en el devenir de las clases cambia de opinión según le convenga, o según el alumno con el que se "enfrente". Y también lo tengo claro para con los hijos. CLAVE en este último aspecto.
ResponderEliminarPerooooo, nunca lo vi en el mundo empresarial. Me fijaré.