viernes, 19 de diciembre de 2008

VOLAR

En la búsqueda de la felicidad, en algún lugar, alguien dijo:
“A tu espíritu la sobran algunos elementos. Deséchalos si quieres volar lleno de placer hacia la suprema armonía”.


Intenta montar un equipo de música siguiendo al pie de la letra el manual de instrucciones, y al terminar descubrirás que sobra un cable, un tornillo. No obstante, el equipo suena perfectamente.
Desmonta de nuevo el mecanismo para iniciar la operación desde el principio, verás que no solo sobra el cable, sino también alguna pieza y más tornillos; en cambio, el aparato suena mejor todavía.

A nuestra edad ya habrá alguno con esta doctrina aplicada a su propio cuerpo, se habrá operado de la vesícula, le habrán desatascado alguna arteria, habrá prescindido de parte de la próstata o incluso de un riñón, hasta unos kilos menos y algún que otro flequillo, y nos sentiremos igual de enteros.

Tal vez si ahora lo aplicamos a nuestro espíritu y desechamos traumas, tensiones, complejos de culpa, neuras y fracasos podremos volar ligero y llenos de placer hasta alcanzar la armonía de nuestros sueños, llevando en la espalda las dos únicas piezas necesarias, las más difíciles de ensamblar, las alas.

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