lunes, 13 de julio de 2009

ALREDEDOR del LIDER


Cuanto mayor sea el talento de los subordinados menos proclives serán a seguir órdenes. Sino se tiene esto en cuenta, el directivo lo interpretará como una desobediencia o una afrenta, lo que en el fondo significa que no ha logrado llenar de respeto y confianza un nuevo cargo.

Es la hora de demostrar que se tiene carácter y capacidad para hacer lo correcto, comportamiento que repercute intensamente en los subordinados, que suelen prestar más atención a lo que el jefe hace que a lo que dice.

Hay una ley no escrita pero sí contrastada, según la cual cuanto más poder delega un líder, mayor es la influencia que ejercerá. Para un jefe crear una relación de confianza es animar a buscar ayuda cuando el nuevo directivo cree que la necesita, sin consecuencias negativas para el prestigio de nadie; significa ayudar cuando se debe y enseñar a ayudarse a sí mismo cuando no conviene que el jefe intervenga directamente. Supone crear una relación en la que el superior ganará enormes dividendos de influencia (confianza) y el nuevo directivo capitalizará una seguridad psicológica crítica en el desempeño de su responsabilidad. Para ayudar, como para gobernar, se necesita temple personal, respeto y cariño con el dirigido.

Quien dirige a los demás amparado en la confianza obtiene la entrega voluntaria de sus equipos, quienes socialmente integrados canalizarán su talento, pasión y voluntad hacia la generación de valor sostenible, dentro del paradigma de su coste, dificultad y tiempo de implementación.

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